En una cultura donde se ha sobrevalorado la entrega amorosa ilimitada, la vida en pareja se ha convertido en la principal forma de autorrealización. Un sentimentalismo exagerado ha hecho que
"¿Quién dijo que para amar había que anularse y dejar de lado los proyectos de vida? Para amar no debes renunciar a ti mismo, ésa es la máxima." Walter Riso.